Onironauta procrastinador

Me acabo de dar cuenta de que mi cerebro procrastina por las noches.

No son tantas las noches de las que recuerdo lo que he soñado, pero hoy al despertar lo tenía fresco, y me he dado cuenta que la historia de mi sueño era muy mala. Incluso, me parecía que el cerebro no tenía muchas ganas en currarse un final, metía planos de relleno, y cualquier diría que esperaba que con un poco de suerte me despertara pronto para no tener que seguir trabajando, y evitar seguir con esta birria de historia. En fin una historia estancada, y sin avanzar.

Me ha parecido mal que los personajes que salían no tuvieran muy desarrollado su papel, apenas tenían alguna pequeña interacción puntual en la historia.

Me pregunto cómo serán los sueños de gente mucho más creativa que yo, gente que domine el arte de crear historias, que puedan dirigir el sueño como si de una película se tratara..

Por cierto, hoy que he sido consciente, sé que he soñado en primera persona.

En fin, los sueños, los pedos de la mente.

Quitando las telarañas

Abro las ventanas para que vaya entrando el aire, y quitar así este olor a casa cerrada, y mientras aprovecho para quitar las telarañas y limpiar un poco en el blog de forma figurada.

Aunque no es el mejor momento, ahora que ha llegado el buen tiempo a estas tierras, los días son largos, y apetece pasar más tiempo en la calle, quiero buscar una rutina para escribir con cierta periodicidad. Si desde hace un año consigo sacar tiempo para caminar a diario, y alcanzo mis objetivos de distancia, entiendo que puedo crear una rutina para escribir en este blog.

Últimamente me veo un poco espeso a la hora de escribir, me cuesta encontrar las palabras, así que nada como ejercitar la escritura para conseguir algo de fluidez.

Mi plan es ir publicando entradas cortas, que no me lleven más de 5 minutos de escribir, y he pensado en incluir pocas florituras, ya que ponerse a buscar imágenes desvía la atención en lo importante, que es la escritura.

Vuelvo pronto.

Espero.